Título original: I was a teenage zombie (USA, 1987)
Duración: 90 minutos
Director: John Elias Michalaki
Intérpretes: Michael Rubin, Ignacio F. Iquino (como Steve McCoy), George Seminara
Grandiosa carátula de la versión italiana del dvd de la película (cortesía de Diego Flautistillo) que tengo en mi poder: los tíos que aparecen en ella... ¡no salen en la película!
Director: John Elias Michalaki
Intérpretes: Michael Rubin, Ignacio F. Iquino (como Steve McCoy), George Seminara
Grandiosa carátula de la versión italiana del dvd de la película (cortesía de Diego Flautistillo) que tengo en mi poder: los tíos que aparecen en ella... ¡no salen en la película!
Yo fui un adolescente zombi no es más que un típica comedia americana de adolescentes, pero añadiendo muertos vivientes.
Los protagonistas son una panda de chavales completamente normales, cada uno de su padre y de su madre, que se mueven por el impuso básico pero comprensible de pillar, tanto chicas como mandanga. Como cualquier otro grupo de chavales, ya sea en 1987, en el 2009, en Nueva York o en Madrid, las pasan canutas para conseguir sus objetivos.
Las dificultades para conseguir que la reina del baile te haga algo de caso las conocemos todos sobradamente. El protagonista más protagonista, o sea, el guapo, buena persona e inteligente se lamenta porque "cómo va a estar una chica como esa con un tipo como yo", pero poco a poco va pasaado al "tengo que echarle güevos aunque esté saliendo con el capullo del capitán del equipo de fútbol americano" hasta que se da cuenta de que la cosa no era tan difícil si se dejaba de gilipolleces.
Pero conseguir lo de los porros es otro tema. Nuestros protagonistas suelen pillarle maría a un camello pasadísimo de rosca a pesar de que tienen problemas con él y su mierda (que no es buena). Pero están de suerte, porque ha llegado un nuevo camello a la ciudad: Mussolini (sí, se llama Mussolini, no es cosa de la versión italiana).
Mussolini, como era esperable, también se la juega en cuanto a la calidad de su producto. Su yerba es asquerosa. Y los chavales deciden ir a recuperar su dinero. Ante la negativa del camello deciden tomarse la justicia por su mano y, armados con bates de béisbol y barras de hierro, se disponen a intimidar al traficante. Mussolini no solo no se achanta, sino que además saca una navaja y les avasalla, con tan mala fortuna de que acaba pisando una cáscara de plátano y se pega un trastazo de impresión. Tan impresionante que los adolescentes creen que está muerto y no se les ocurre otra brillante idea que arrojarlo al río (o lago, no recuerdo) cercano a la ciudad con una piedra ataca a los pies para que no quede rastro del delincuente.
Pero Mussolini no estaba muerto, que estaba desmayado, así que, ahora sí, los chavales se acojonan y les toca rematarlo, que si ya la han liado, al menos la lían del todo. Lo acaban tirando al río, sin percatarse de que los niveles de radiactividad del mismo son elevadísimos. Y Mussolini revive gracias a los residuos tóxicos de los vertidos de la central nuclear. Y jura venganza.
A partir de aquí empieza un festival del humor en el que Mussolini va cazando a los chavales y a los amigos de estos poco a poco. Como muestra un botón no apto para todos los estómagos:
Mussolini acaba asesinando también al guapo e inteligente protagonista (el que iba detrás de la reina del baile claro) y es entonces cuando los amigos del chico atan cabos y tiran a su fallecido amigo al agua nuclear para que se levante de entre los muertos y le de una paliza en igualdad de condiciones a Mussolini.
Aquí la película empieza a hacerse un poco larga, la verdad.
En la batalla final la reina del baile palma, así como Mussolini. Nuestro héroe, el adolescente zombi, nota cómo el proceso de putrefacción avanza en él, así que decide coger a su chica muerta, sumergirse en las radiactivas aguas por última vez y desaparecer en el horizonte para disfrutar del mejor amor eterno: el que no da tiempo a que se agote.
No, no merece la pena verla, en realidad.
Steve McCoy // Ignacio F. Iquino
Steve McCoy es quien interpreta al camello-luego-zombi Mussolini. Sin embargo en la imdb me ha sorprendido ver lo de McCoy no es más que un pseudónimo utilizado por un tipo que se llama Ignacio F. Iquino y que nació en... TARRAGONA. Y además dicen que ha sido considerado "el Roger Corman español", o sea, un productor de cine de cutre y de serie B con suficiente categoría como para ser recordado y comparado con otros.
Buceando un poco en sus producciones, guiones y películas dirigidas (porque lo de actor es una faceta BASTANTE menor) encontramos títulos acojonantes. Pequeña selección:
¿Podrías con cinco chicas a la vez? (1979)
Las que empiezan a los quince años (1978)
La viudita ye-yé (1968)
07 con el 2 delante (Agente: Jaime Bonet) (1966)
Historia de una escalera (1950)
Paquete, el fotógrafo público número uno (1938) ¡con Paco Martínez Soria!
Podéis ver más en su ficha de la imdb Si alguien conoce más sobre esta figura del cine Español que hable; si alguien le echa huevos y bucea en su filmografía que sepa que cuenta con todo mi apoyo: esperamos sus comentarios.
Los protagonistas son una panda de chavales completamente normales, cada uno de su padre y de su madre, que se mueven por el impuso básico pero comprensible de pillar, tanto chicas como mandanga. Como cualquier otro grupo de chavales, ya sea en 1987, en el 2009, en Nueva York o en Madrid, las pasan canutas para conseguir sus objetivos.
Las dificultades para conseguir que la reina del baile te haga algo de caso las conocemos todos sobradamente. El protagonista más protagonista, o sea, el guapo, buena persona e inteligente se lamenta porque "cómo va a estar una chica como esa con un tipo como yo", pero poco a poco va pasaado al "tengo que echarle güevos aunque esté saliendo con el capullo del capitán del equipo de fútbol americano" hasta que se da cuenta de que la cosa no era tan difícil si se dejaba de gilipolleces.
Pero conseguir lo de los porros es otro tema. Nuestros protagonistas suelen pillarle maría a un camello pasadísimo de rosca a pesar de que tienen problemas con él y su mierda (que no es buena). Pero están de suerte, porque ha llegado un nuevo camello a la ciudad: Mussolini (sí, se llama Mussolini, no es cosa de la versión italiana).
Mussolini, como era esperable, también se la juega en cuanto a la calidad de su producto. Su yerba es asquerosa. Y los chavales deciden ir a recuperar su dinero. Ante la negativa del camello deciden tomarse la justicia por su mano y, armados con bates de béisbol y barras de hierro, se disponen a intimidar al traficante. Mussolini no solo no se achanta, sino que además saca una navaja y les avasalla, con tan mala fortuna de que acaba pisando una cáscara de plátano y se pega un trastazo de impresión. Tan impresionante que los adolescentes creen que está muerto y no se les ocurre otra brillante idea que arrojarlo al río (o lago, no recuerdo) cercano a la ciudad con una piedra ataca a los pies para que no quede rastro del delincuente.
Pero Mussolini no estaba muerto, que estaba desmayado, así que, ahora sí, los chavales se acojonan y les toca rematarlo, que si ya la han liado, al menos la lían del todo. Lo acaban tirando al río, sin percatarse de que los niveles de radiactividad del mismo son elevadísimos. Y Mussolini revive gracias a los residuos tóxicos de los vertidos de la central nuclear. Y jura venganza.
A partir de aquí empieza un festival del humor en el que Mussolini va cazando a los chavales y a los amigos de estos poco a poco. Como muestra un botón no apto para todos los estómagos:
Mussolini acaba asesinando también al guapo e inteligente protagonista (el que iba detrás de la reina del baile claro) y es entonces cuando los amigos del chico atan cabos y tiran a su fallecido amigo al agua nuclear para que se levante de entre los muertos y le de una paliza en igualdad de condiciones a Mussolini.
Aquí la película empieza a hacerse un poco larga, la verdad.
En la batalla final la reina del baile palma, así como Mussolini. Nuestro héroe, el adolescente zombi, nota cómo el proceso de putrefacción avanza en él, así que decide coger a su chica muerta, sumergirse en las radiactivas aguas por última vez y desaparecer en el horizonte para disfrutar del mejor amor eterno: el que no da tiempo a que se agote.
No, no merece la pena verla, en realidad.
Steve McCoy // Ignacio F. Iquino
Steve McCoy es quien interpreta al camello-luego-zombi Mussolini. Sin embargo en la imdb me ha sorprendido ver lo de McCoy no es más que un pseudónimo utilizado por un tipo que se llama Ignacio F. Iquino y que nació en... TARRAGONA. Y además dicen que ha sido considerado "el Roger Corman español", o sea, un productor de cine de cutre y de serie B con suficiente categoría como para ser recordado y comparado con otros.
Buceando un poco en sus producciones, guiones y películas dirigidas (porque lo de actor es una faceta BASTANTE menor) encontramos títulos acojonantes. Pequeña selección:
¿Podrías con cinco chicas a la vez? (1979)
Las que empiezan a los quince años (1978)
La viudita ye-yé (1968)
07 con el 2 delante (Agente: Jaime Bonet) (1966)
Historia de una escalera (1950)
Paquete, el fotógrafo público número uno (1938) ¡con Paco Martínez Soria!
Podéis ver más en su ficha de la imdb Si alguien conoce más sobre esta figura del cine Español que hable; si alguien le echa huevos y bucea en su filmografía que sepa que cuenta con todo mi apoyo: esperamos sus comentarios.
3 comentarios:
¿Historia de una escalera? JAJAJAJA
Puto asco de video tío...
A veces me preocupas.
Pero bueno, yo he visto Dragon Ball Evolution, así que no soy quien para criticar.
Me hace especial gracia lo que han hecho los italianos con el nombre de la película y el cartel... pensaba que esas cosas sólo se hacían aquí!
Estuve por traerte una de gore erótico chungo italiano, que las había a patadas, pero seguro que no tenían tanta chicha como ésta :D
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