lunes, 28 de enero de 2008

Mamá ladilla y papá Llors

Impresionante el concierto en la Gruta77 de Mamá Ladilla. Llors Merino, miembro fundador del grupúsculo, bajísta, segundo vocalista y puto amo en resumidas cuentas, deja la banda en febrero, y la de ayer fue su última actuación en la capital del reino.

No decepcionaron. Se definen como punk-rock progresivo y zafio, pero Mamá ladilla, ante todo, es indescriptible. Escatológicos, surrealistas, maestros del lenguaje... lo que vosotros queráis. Empezaron en 1994, con Juan Abarca como cabeza visible, virtuoso guitarrista, cantante, compositor y lo que haga falta; Llors Merino al bajo, haciendo la segunda voz, y Ferro, el melenudo del trío, en la batería.

Desde el nombre del grupo hasta el de las canciones, pasando por el de los discos, dejan claro de qué van. "La pilila del Wojtyla", "Autorretrete" o "Ya tardas, bastardo" bastan como ejemplos para ilustrar la senda que siguen las clarividentes mentes del trío.


Como digo, no decepcionaron. Empezaron con exquisita impuntualidad hispánica, como dicen ellos, unos cuarenta minutos tarde. Sin embargo, no nos aburrimos nada, porque había un entrañable tarado que nos amenizó la espera con los greatest hits de Manolo Kabezabolo, destacando God save de Queen:

God save de Queen
Qué rico está el spiz
Que entra por mi nariz
Y me pone feliz!

Al margen del concierto alternativo, los Ladilla empezaron fuerte, con el Surfin' Papa. A partir de aquí, entre los pogos, la nebulosa del humo de los petas, los minis voladores y los sobaquillos, no recuerdo exactamente cómo fue la lista de canciones, pero se hará un esfuerzo. TocaronSancho Panza del rock, y luego Atente a tu tonta tarea, a la cual añadieron, como en el video, una intro de los Hombres de Járrelson. Esa de la gente que se enamora y lo deja, Flípalo, y luego Difamando el mercado , y, por supuesto, la genial Tú mismo. Mencionaron a Bruce Lee antes de tocar Loli Lee, y se avergonzaron de todo un poco.

En este punto, se produjo un hecho sin precedentes que me hace creer que la humanidad no está condenada y que aún quedan cosas buenas por las que luchar. Cuando un tipo de dos metros diez pisó a uno de mis colegas, en medio de un brutal pogo, se giró hacia él, le puso la mano en el hombro, y le pidió perdón. Es la primera vez que he visto eso, y probablemente será la última, pero lo recordaré por los siglos de los siglos.


Mención especial para Cunilingus post mortem, donde dejan claro que, realmente, son los putos amos. Esta canción nos dejó otra curiosa escena. Tras tocarla, Juan Abarca soltó un "CUNILINGUS POST MORTEM!!". Una chiquita, de una edad estimada entre los quince y los dieciséis, que llevaba en primera fila todo el concierto, se giró hacia sus amigüitos y soltó un "oiggg qué asco, no?" un tanto fuera de lugar.

También tocaron Prebostes taraos, la grandiosa Obcequeitor, Janfri Güein, una gran versión de Devórame otra vez llamada Devórate otra hez, bellísima Ven, y esa obra maestra llamada Garrulismo máximo, con los geniales versos de "El eslabón perdido yyyyy GOOOL! 28.000 a cero! Una nueva hazaña de España!!!". No faltó Cosas que joden.

Para terminar se tocaron "la lenta", o sea, Tu bar. En este punto (más o menos), Llors empezó a despedirse, y "nos dedicó" ("o sea, os la dedico, pero no va por vosotros, eh? que conste!") la gran Hijoputa. También apareció por allí Mepende mix , y el final apoteósico, apocalíptico, que se tradujo en El Gran Pogo TM, con esa bestialidad sin sentido que es, a partir del 1:27, ATACA! (la primera comunión yo la hice con resaca, un parche en el ojo, y ron en la petaca)


Me dejo alguna, pero bueno, tampoco tengo tan buena memoria. Faltaron algunas míticas, pero se les perdona porque en general fue un concierto de sobresaliente. Una despedida a la altura del que se marcha. Llors se emocionó un poco, ya se sabe, sus últimos conciertos y tal, es normal. Fue una suerte enterarse del concierto, porque al Festiválgame, promocionado en este nuestro Pepino no pudimos asistir, y queríamos oir a Mamá Ladilla antes de que el cambio de bajista se cumpliese. Y con esto y un bizcocho, pido perdón por el tocho.

sábado, 12 de enero de 2008

Jesucristo Cazavampiros

Título original: Jesus Crist Vampire Hunter (Canadá, 2001)
Director: Lee Demarbre
Duración: 85 minutos
Intérpretes: Phil Caracas, Murielle Varhelyi, Ian Driscoll, Jeff Moffet, Maria Moulton...

Jesucristo es reclamado por un cura punki para que ayude a la humanidad. El motivo: vampiras lesbianas que ponen en peligro la vida y la paz mundial tal y como la conocemos. Ni corto ni perezoso, Jesucristo se corta las greñas, se coloca un pendiente y se lía a patadas y puñetazos contra los vampiros y algún que otro ateo, ayudado por sus aliados, entre los que se encuentran la señorita Mary Magnum o El Santo.

Repasemos los datos: Kung-fu, vampiros, lesbianas, curas punkis, gore, El Santo. Cualquier película debería mejorar con esos elementos (bueno, lo de los curas punkis da un poco igual). Por ejemplo, si en Chocolat hubiesen metido un par de vampiros y Johnny Depp hubiese sabido Kung-fu, seguramente habría ganado muchos enteros. Si X-Men hubiese tenido eróticas escenas que incluyesen a Tormenta, Pícara y Jean Grey, mientras que Lobezo y Cíclope revientan al personal como en Scanners, ahora sería película de culto (les habría gustado hasta a los fans acérrimos del cómic).

Para nuestra desgracia, Jesucristo Cazavampiros, desde un primer momento, antes de ser rodada, tuvo como objetivo ser todo lo cutre y mala que pudiesen. Y lo consiguieron. Pero a veces, cutre y malo no son sinónimo de divertido y simpático, sobre todo si es la idea principal hacerlo así.

"¿Guión? ¿Qué es eso?" pensaría el colega Ian Driscoll, escritor del... bueno, del lo que sea, cuando se le ocurrió la idea de una pelícual con un Jesucristo cazando vampiros.
La historia no hay por dónde cogerla. Durante una hora y media se suceden escenas casi inconexas, pero sobre todo, estúpidas, mal llevadas y mal dirigidas (lo harían aposta, seguro), entre las que destacan una versión masculina de Pretty woman, un número musical al más puro estilo Jesucristo Superstar pero en cutresalchichero, combates de """""kung fu""""" (nótense las comillas) e, incluso, una moralina final que supone la culminación a toda la abominable obra.

¿Puntos fuertes? ¡La película NO tiene puntos fuertes! Lo único que merece mínimamente la pena es la compi de correrías de Jesucristo, Mary Magnum (brillante juego de palabras, se nota que tienen estudios), que es mona, pero ni tan siquiera eso logra levantar la película (No es Natalie Portman, la pobre). No es posible, tampoco, reconocerles algún mérito: es cutre porque así lo quisieron, ni se esforzaron ni intentaron disimularlo ni nada. El cutrerío por el cutrerío. Horripilante.

Conclusión:

En el fondo tampoco podemos enfadarnos mucho con ellos. Hay cosas más graves que hacer una película jodidamente mala y además estar orgulloso de ello porque haya varias docenas de lameculos que te aplauden las gracias. Podrías trabajar en Sé lo que hícisteis, o en Cuarto milenio.

No la veais ni hartos de vino. Si algún día lo hacéis, no digáis que no os lo advertí. Si la veis y termina gustándoos, podemos concertar un duelo al alba (elijo el banjo).

domingo, 6 de enero de 2008

Payasos asesinos del espacio exterior.

Título original: Killer klowns from outer space (USA, 1988)
Director: Stephen Chiodo
Duración: 88 minutos
Interpretes: Grant Cramer, Suzanne Snyder, John Allen Nelson


Un meteorito cae a las afueras de un pequeño pueblo estadounidense. En realidad, se trata de una nave espacial, con forma de carpa de circo, que alberga en su interior a unos extraños y malévolos alienígenas con forma de payaso. Los horribles seres aterrorizan al pueblo asesinando a sus habitantes de las más variadas formas, mientras los dos únicos conocedores de la verdad intentan convencer al resto de lugareños de que van a ser devorados por payasos asesinos llegados del espacio exterior.

Otro delirante argumento para otra película ochentera, casposa y sobre todo mala. Es muy difícil de encontrar, más difícil encontrar a alguien que la haya visto y mucho, mucho más difícil, a alguien a quien, realmente, le haya gustado (demos gracias a intenné) pero es una película de la que se habla mucho. Su nombre aparece junto a otras grandes superproducciones como Karate a muerte en Torremolinos o Yo compré una moto vampiro.

Los actores son cutres y los personajes típicos, los diálogos horribles, las situaciones hilarantes (en el peor de los sentidos), los aspectos técnicos dejan muchísimo que desear y ni siquiera es lo suficientemente bestia como para que cierto sector de público la tome como cinta de referencia. Pertenece a esa gran familia que podríamos denominar como "películas malas ochenteras". Sin embargo, tiene sus cosillas curiosas y en determinadas circunstancias puede suponer un cierto entretenimiento.

Puntos fuertes:

Esta película SOLO sirve para reirse de ella. Cualquiera que intente tomarla en serio no durará ni los cinco primeros minutos, pues es completamente absurda, estúpida y sin sentido. Bubba Ho-tep es veinte veces más verosímil que esta.


Los payachos son unos seres bastante altos, deformes y con jetos inquietantes, pero que no llegan a asustar demasiado, más bien todo lo contrario, sobre todo la primera vez que aparece uno. Son tan grotescos que es inevitable imaginarte a un pobre tipo embutido en el disfraz pasándolas putas. Lo realmente descacharrante son los métodos para matar gente que se gastan. A saber: disparan rayos que convierten a quienes los reciben en algodón de azúcar (suponemos que para su posterior ingesta), disparan palomitas "inteligentes" que persiguen a sus blancos, utilizan las sobras chinescas con formas curiosas para cepillarse al personal, y, por último, son capaces de derretir gente a base de tartazos.
Curioso también el modo de matarlos, que no revelaremos por si alguien... bueno, que no revelaremos por si se da la casualidad de que alguien quiere disfrutar de la película al 100%


La mayoría de las situaciones también son dignas de mención, como el interior de la carpa-nave, salida de la mente de algún niño de cinco años, o cuando aparece "el monstruo final" en plan Supermario, o cómo cae el personal frente a los payasos asesinos.

Conclusión:

¿Le pareció que Bubba Ho-tep estaba demasiado bien hecha?¿Uno de sus regalos de Reyes fue el dvd de Los surfistas nazis deben morir?¿Su meta en la vida es ver TODAS las películas costrosas que pueda? En ese caso, no lo dude: Payasos asesinos del espacio exterior es su película. En cualquier otro caso, recuerden llevar vodka y petas.

viernes, 4 de enero de 2008

Bubba Ho-tep

Título original: Bubba Ho-tep (USA, 2002)
Director: Don Coscarelli
Duración: 92 minutos
Interpretes: Bruce Campbell, Ossie Davies, Bob Ivy


Elvis Presley y J.F. Kennedy no están muertos, sino que viven en una residencia de mayores en el sur de Estados Unidos. Ambos deben enfrentarse a una momia egipcia que se alimenta de las almas que chupa a los viejecitos del lugar, antes de que sea demasiado tarde para ellos también.

Con este argumento se nos presenta Bubba Ho-tep, con dos cojones. Contado así, el 50% del personal decidirá que prefiere verse la última de Almodóvar, pero confío en que el resto tenga alguna inquietud y se pregunte cómo coño se lleva una película con esa premisa sin que sea la más costrosa serie Z. También sé que hay un sector que sabrá apreciar los puntos claves de la sinopsis y no necesitará leerse esto para correr a buscarla. Eso mismo hice yo.

Los puntos fuertes:

Elvis es interpretado por Bruce Campbell. Si eso no es un punto fuerte para vosotros es que no conocéis al Gran Hombre, o que apestáis, directamente.
Para quien no sepa quién es Bruce, podéis echarle un vistazo a la imdb. Este tipo fue el protagonista de la saga Evil Dead, muy reconocida en el mundo del terror y el gore graciosín, que tuvo como punto cumbre El Ejército de las tinieblas, película IMPRESCINDIBLE para cualquiera que le gusten los relatos de fantasía (ESDLA, La princesa prometida o Dentro del laberinto están bien, pero oh, hamijos, El Ejército de las tinieblas debería ser de visionado obligatorio en la ESO). Es el culpable de que la saga Spiderman tenga algo que merezca la pena (en las tres hace cameos y son lo mejor de cada una de ellas), y ahora ha vuelto a devolvernos la ilusión tras anunciar My name is Bruce, en la que hace de sí mismo, de actor de serie B mata-zombis.



Como antes he dicho, es curioso que con un argumento así la peli no se caiga por su propio peso. En Jesucristo Cazavampiros, de la que hablaremos en un futuro próximo, la premisa es tan idiota como la de Bubba Ho-tep, y, además, el director y los guionistas son la costra. No consiguen en ningún momento enganchar al espectador, si no es uno que quiera ver cine amateur salchichero y apestoso solo por el placer de decir "hey, yo he visto Jesucristo Cazavampiros". Sin embargo, en Bubba Ho-tep el guión está trabajado, y la narración es estupenda. El personaje de Elvis está genialmente perfilado, y durante toda la película te preguntas si realmente es Elvis con 60 años y cáncer de pene o un loco que se cree El Rey. Otras películas de este estilo no profundizan en los personajes una mierda, y al final te suda los huevos si los devora un ser de ultratumba o no.


Sin embargo, la película no acaba de ser una obra maestra. Las limitaciones del presupuesto son más que evidentes y aunque se solventan la mayoría de las veces, otras quedan forzadas o incluso mal.

Conclusión: Si te gustan las pelis raras, Bruce Campbell, el cine cutre, la serie B, las idas de olla y vueltas de tuerca más desfasadas... tienes que verla. Al menos, para saber cómo sería Elvis con 60 años y cáncer, y JFK negro y en silla de ruedas, y cómo es una momia vaquera, y cómo serían capaces esos dos de derrotarla (o no).

Si no es tu caso... bueno, en Cuatro también ponen pelis buenas...