Ayer me pasé por el museo de arte contemporáneo Reina Sofía, donde han montado una exposición sobre José Val del Omar, cineasta e inventor español contemporáneo de Lorca. He aprendido muchas cosas en tan solo unas horas:
I.- El tiempo no existe.
Las cabecitas pensantes ya sospechaban esto desde hace mucho y ayer puede comprobar y confirmar el hecho. La prueba de ello la encontré en la proyección de una de las películas de Val del Omar cuando la realidad se plegó sobre sí misma y unió los años 50 con el 2011 de esta forma:
Así fue, so it goes, ni más más ni más menos. Aunque puede que ellas no se diesen cuenta, que me resulta difícil de aceptar, durante un breve periodo de (esa cosa que no existe) unas jóvenes modernas amantes del arte y la moda se encontraron cara a cara con sus dobles del pasado, en un blanco y negro que no evitaba trazar el paralelismo obvio. Y yo tan contento, que durante mi estancia en Alemania además del Sol y el cielo azul había olvidado a las moderns españolas y hasta que no las he vuelto a ver no me he dado cuenta de lo mucho que las echaba de menos.
II.- Todos aman los tebeos.
Una sección bastante bien surtidita de 9º arte y que además estaba a reventar de gente me esperaba en la librería del museo y confirmaba otra tendencia que se venía intuyendo. ¿Para qué vas a leer la Biblia si te la puede contar Crumb?. Se agradece, además de la atención que le prestan desde la dirección del museo, que lo llamen cómic y no ninguna cosa rara de graphic novel o algo de eso.
III.- Las ideas locas no funcionan, pero deberían.
Nada más salir del recinto del museo, con el arte todavía empapándome (como el Sol mañanero-invernal, qué gustito!) me encotré con algo digno de Miguel Noguera:
UN TIPO, no? un artista, vale? un artista amateur, que está empezando y pinta sus cuadros en su casa, cuando puede. Él se compra el caballete, el lienzo, las pinturas, y pinta sus cuadros, o lo que sea. LA IDEA de que este tipo, el artista amateur, intente que sus cuadros se expongan en el Reina Sofía... y lo único que se le ocurre para conseguirlo es ir directamente CON EL CUADRO AL MUSEO.
Tal que así:
Volví a casa imaginándomelo queriendo hablar con el responsable y tal, con el cuadro bajo el brazo, ¡que soy un artista!
Y esto es lo que hago de vacaciones en Madrid antes de volver a Alemania. Actualizar el blog. Tranquilamente. Sin prisa, pero sin pausa.
7 comentarios:
Ah! El Reina Sofia! Fui una vez y no he vuelto... y eso que es gratis.
El harte moderno no es para mi.
¡Con colorinos y todo! Maadreeeeeee
No se ve bien pero el cómic que lee el señor ese de los pelos y la barba es de Mireia Pérez.
Ya se te echaba de menos por estos lugares... Qué manera de volver, qué ilustrísima ilustrada entrada, qué ojo observador el de nuestro guybrush...!
Jajaja, me encantan los conocimientos que has adquirido en el Reina Sofía...
¡Ese hombre es el Estado!
Es usted el nuevo Juanjo Sáez.
Pero tú molas más.
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