miércoles, 15 de septiembre de 2010

Más sueños, hoy 2x1

No sé qué me pasa últimamente pero sueño muchas cosas y me acuerdo de casi todas. Además los sueños lúcidos han ido en aumento y estoy intentando que se mantenga así por lo menos. También me he planteado dejar de leer libros raros y comer chuches antes de irme a la cama, que a lo mejor son los culpables de las historias extrañas que sueño.


Este sueño es real y ocurrió en la noche del martes al miércoles


La aventura onírica empieza con uno de esos maravillosos sueños que a veces sufrimos y en los que se ven involucradas una o varias exnovias. Puedes haberlo dejado hace un lustro que al final ellas siempre vuelven. A veces es como si el subconsciente te dijese "¿te acuerdas de que una vez le gustaste a alguien, desgraciado?". Así es.


El tema es que estábamos en Londres y habíamos quedado con un grupo de gente, en concreto voluntarios de algo. Llegábamos tarde pero no pasaba nada así que nos metimos a una tienda a comprar cuatro cosas: primero cerveza. Yo cogía la mía y luego le preguntaba si le gustaba esa. Ella me miraba con su cara de desaprobación infinita y yo me ponía a buscar otra. Tas encontrar la buena compramos también unas cuantas chucherías.


Unos ositos de gominola, fresas, cocacolas azucaradas, nubes... tampoco mucho, vaya. El caso es que cuando iba a pagar el tendero me decía que el importe por todas las chucherías y las dos beer cans era de, atención, 35 pavazos. Y yo me quedaba con cara de "CÓMORL". Entra aquí la angustia que provocan las pesadillas: me acogotaba. Así que sacaba de mis bolsillos los eurillos que llevaba desesperadamente y que, por supuesto, no llegaban ni a 10. Extendía toda mi calderilla sobre el mostrador y me ponía a contar, frenético, y volvía a contar, y no me daba, y seguía contando, y tampoco, y nada, que no, que no tenía. El tendero me decía que me tendría que mandar la factura a casa, que a quién se le ocurre ir a comprar sin dinero.


En este momento, un poco ya desesperado, me acercaba a él por encima del mostrador y le susurraba fuerte, como no queriendo que se enterase nadie más pero mostrando todo mi cabreo "¿SABE CUÁNTO HACE QUE NO COMPRO CHUCHERÍAS? CUANDO YO ERA UN NIÑO NO COSTABAN TANTO" y el tío obviamente se partía la caja. Entonces me vuelvo a meter la mano en el bolsillo y saco más calderilla, monedas de 20 céntimos y 10. Sin embargo, cuando escarbo entre ellas encuentro monedas de un euro, y de dos. Saco más calderilla y al buscar entre ella encuentro más monedas gordas, que estaban ocultas en algún plano de la existencia que se descubría al remover las monedas de cinco céntimos. Al final las monedas de céntimo se convertían en monedas de euro y hasta me sobraban.


Total, que al final reuno los 35 eurípides y todo se arregla.


Aquí me despierto. Y no habrá sido un sueño tan grande si no fuese porque horas más tarde fui a pagar una cosa y solo tenía calderilla. Extendí mis céntimos en el mostrador, me puse a contarlos, y no me daban; volví a contarlos y seguía habiendo el mismo dinero. De pronto se me ocurrió meter la mano en el bolsillo donde hacía un momento no quedaba nada y sí, saqué otro puñado de moneditas... y entre ellas, como en el sueño, aparecían dos eurazos que me salvaban la vida. Toma premonición, que aprendan los de Destino final.


Este era el sueño medianamente normal. El siguiente, que ha ocurrido hace unas horas, tiene lo suyo.


La pena es que no me acuerdo del primero. He soñado algo acojonante pero me he despertado y se me ha olvidado. Luego me he vuelto a quedar sopa y es cuando se ha desatado la locura:

Mi sueño era UN VÍDEO DE CORDERO TV.


No es que estuviese soñando que estaba en un vídeo de CorderoTV, no: el sueño tenía LA ESTRUCTURA de un vídeo de Víctor Losa y compañía. En serio. Planos rápidos, cortes secos, el Tito Miguel gritando al personaje extraño que interpretaba Losa... una cosa seria, ya. Lo raro es que no aparecía Amparo Valdés y sí los tíos feos estos, pero a lo mejor es que estoy descubriendo mi homosexualidad latente.

El caso es que el argumento del sueño no es menos acojonante. Resulta que era un vídeo de presentación de una nueva sección corderil. Miguel estaba frente al ordenador buscando algo y de pronto aparecía Losa en uno de sus papeles estrambóticos, con voz rara, diciendo gilipolleces, a lo que Miguel contestaba con sus típicas sobradas e insultos. El caso es que el personaje de Losa venía del futuro e informaba a Miguel de una página que había encontrado en la que unos tíos hacían un videoblog sobre drogas y se dedicaban a experimentar con ellas frente a la webcam. La conversación que mantenían para explicar esto era la típica:


Miguel: ¿Quién eres?

Losa: Soy (norecuerdoelnombre) y vengo del futuro para decirte que hay un videoblog de unos tíos que se meten de todo y que tienes que verlo

Miguel: Ya lo sé, tonto de los cojones, ¿no ves que tengo la puta página abierta, imbécil?

SILENCIO

Losa: (cualquier obviedad)

Miguel: (cualquier insulto y gesto de desesperación)

Ad infinitum

El caso es que se ponían a ver el videoblog y, como no podía ser de otro modo, el señor que estaba al otro lado "experimentando con dronjas" (aunque no se veía nada, solo lo intuía como se intuyen las cosas en los sueños) ERA YO.


Y luego me he despertado con cara de "LA LECHE"

2 comentarios:

Lograi el Luciérnago dijo...

Pues anda que soñar con los de Cordero pero no con la chavala... ¡es pa'pegarte!

Guybrush dijo...

Bah, total, si hoy la voy a ver...