El diario de los muertos, de George A. Romero, se proyectó ayer en el cine Palafox como uno de los platos fuertes de la V muestra de cine fantástico.
La última película del padre de los muertos vivientes cuenta la historia de un tipo que decide filmar el apocalipsis zombi para contar, de algún modo, la verdad que tergiversan los medios de comunicación.
Grandes fallos de la película
Es OTRA VEZ más de lo mismo... las mismas situaciones, las mismas actitudes, los mismos diálogos chuscos (George, cómo nos haces esto) los mismos "ese de ahí muere antes de veinte minutos por ir solo", que hacen perder frescura a la película. Si lo ves en una sala de cine normal o en un duvedé en tu casa tal vez te encuentres con que haya un murmullo, o tal vez haga que alguien se mueva en su asiento ante tanto "esto ya lo he visto"... pero viéndolo en una muestra de cine fantástico, con toda esa gente que ha mamado cine fantástico desde enano, con esos especialistas en cine "de género" que han visto Nueva York bajo el terror de los zombis de Lucio Fulci doce veces, las pequeñas y casi imperceptibles quejas se convierten en decenas y decenas de gente descojonándose (casi literalmente) cuando un tipo decide que, en vez de ayudar a esa rubia que está siendo atacada por un zombi, seguirá grabando para la posteridad.
Después de una trilogía romeriana, después de varios remakes, después de los zombis Marion Jones, las mismas situaciones se quedan cortas. A lo que hay que añadir unos personajes francamente deplorables, entre los que encontramos un subnormal que prefiere grabar cómo intentan devorar a su novia que echarle una mano, la novia del filmmeiker que parece más o menos inteligente pero que luego resulta ser tan tonta como el otro, un gafotas que está deseando pillar una PlayStation, tres rubias (una que sale poco, otra un tanto beata y algo incongruente y una actriz-mecánica), un rico estúpido, un profesor con 6 niveles de guerrero, 3 de explorador y 1 de pícaro cuyo enemigo predilecto son los muertos vivientes y tiene pericia en el uso del arco, un melenitas mazado, y un tipo que pasaba por allí no se sabe muy bien por qué porque no hace NADA durante toda la película... y luego algún otro secundario. Lamentable.
Grandes aciertos de la película
Los momentos de reflexión están bastante logrados, y de verdad acojonan y te dejan los pelos de punta. A destacar el principi; luego, una escena hacia la mitad de la película donde un grupo de asalto explora la casa de unos ancianos y el final, un final de cagarse de verdad. A la crítica a la sociedad de Romero se añade esta vez la tecnología y el mainstream. El uso de la cámara en mano no es malo y no recuerda tanto a Rec como podía esperarse (hay unos segundos calcaditos, pero solo unos segundos) y eso está muy bien: se ven bastante más cosas.
El humor. Supongo que Romero metió un par de alivios cómicos sin saber que en determinados sitios la película podría tomarse como una comedia ya de por sí. Los más destacados son, sin contar los involuntarios de "Uy, un almacén oscuro, voy a meterme ahí yo solo a ver qué pasa" los protagonizados por SAMUEL EL AMISH, con el cuál lloré de la risa. Seguro que en el youtube se podrá encontrar algo de este buen hombre en poco tiempo.
Conclusión
No sé si le ha salido del todo bien la jugada al tío Romero. Aunque el fondo es muy bueno y la crítica muy válida, la superficie queda algo deslucida: demasiado vista. La actitud con la que se ve esta película repercute mucho en su efecto final: angustia o dos horas de descojone. Sin embargo, no me queda otra opción que recomendar la película